Eras una vez una chica que se llamada Andrea.
Andrea no tiene ni idea de moda, jamás se había fijado en esta revista, no
sabe quién es Miranda Priestley, pero muerde el anzuelo: si logra permanecer
un año como asistenta de Miranda, conseguirá una carta de recomendación que
le podría hacer entrar donde quiera, incluso en The New Yorker. Un año pasa
rápido, o eso creía Andrea hasta este momento. Andrea va a aprender mucho
en este año, pero sobre todo que veinticuatro horas pueden hacerse eternas
cuando se trabaja para Miranda Priestley.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario